El Preolímpico 2007 se disputó en Las Vegas y el plantel argentino, como todos los seleccionados, se hospedó en un Hotel & Casino. Esto produjo que varios integrantes del equipo nacional, después del entrenamiento, se pasen numerosas horas apostando. El tiempo pasaba y al llegar la noche una pareja de jugadores continuaba en el casino. Uno de ellos se dió cuenta de que era hora de volver a las habitaciones pero le resultó imposible convencer a su compañero. Por lo que decidió ir a buscar al capitán del equipo a su habitación. Luis Alberto Scola se levantó de la cama y con una pantalón corto, musculosa y pantuflas bajo a la zona del casino y con sus 2,06m lo recorrió hasta encontrar a su compañero y obligarlo a subir. Al otro día, en el desayuno presentó un cronograma que detallaba el horario y día que cada jugador tenia libre para apostar.
Esta es tan solo una anécdota que demuestra lo respetado que es “Luifa” como capitán de la selección. Respeto que comenzó a ganárselo asistiendo a todos los compromisos de la selección, con su rendimiento dentro de la cancha, sea cual sea el partido. En el último Mundial sorprendió su actuación frente a Jordania (marco 32 puntos y 13 rebotes), por el echo que era un rival sumamente accesible y Argentina ya se encontraba clasificada. Pero el que conoce a Scola sabe que jugar cualquier partido al máximo nivel es una característica que posee desde sus inicios en el básquet. Cuando jugaba con diez años (nació el 30 de abril de 1980) al minibásquet para el Club Ciudad de Buenos Aires, ya se destacaba en juego y altura a sus compañeros y rivales. Pero Luis no daba ventajas y aprovechaba sus centímetros para volcarlas todas las veces posibles (en mini el aro se encuentra a 2.60m de altura). Lo que muchas veces era tomado como una cargada por sus rivales. Incluso una vez un arbitro amenazó a su entrenador con cobrarle falta técnica si el Nº4 continuaba volcándola. Pero no permitirse aprovechar todo su potencial y guardarse un resto es algo que Scola no acepta. “Es la forma que yo siento el deporte y mi carrera. No tengo un cuarto más para dar”, expresó luego de lograr el quinto puesto en Turquía.
Esta es tan solo una anécdota que demuestra lo respetado que es “Luifa” como capitán de la selección. Respeto que comenzó a ganárselo asistiendo a todos los compromisos de la selección, con su rendimiento dentro de la cancha, sea cual sea el partido. En el último Mundial sorprendió su actuación frente a Jordania (marco 32 puntos y 13 rebotes), por el echo que era un rival sumamente accesible y Argentina ya se encontraba clasificada. Pero el que conoce a Scola sabe que jugar cualquier partido al máximo nivel es una característica que posee desde sus inicios en el básquet. Cuando jugaba con diez años (nació el 30 de abril de 1980) al minibásquet para el Club Ciudad de Buenos Aires, ya se destacaba en juego y altura a sus compañeros y rivales. Pero Luis no daba ventajas y aprovechaba sus centímetros para volcarlas todas las veces posibles (en mini el aro se encuentra a 2.60m de altura). Lo que muchas veces era tomado como una cargada por sus rivales. Incluso una vez un arbitro amenazó a su entrenador con cobrarle falta técnica si el Nº4 continuaba volcándola. Pero no permitirse aprovechar todo su potencial y guardarse un resto es algo que Scola no acepta. “Es la forma que yo siento el deporte y mi carrera. No tengo un cuarto más para dar”, expresó luego de lograr el quinto puesto en Turquía.
También su capitanía es respetada por los dirigentes de la CABB, quienes se comunican con el cada vez que aparece una parte de los premios (generalmente atrasados) que deben ser repartidos. Tarea que delegan en el capitán, quien prefiere darles el dinero a los jugadores que militan en la Liga Nacional y esperar el resto para repartir entre los que juegan en Europa o en la NBA. Diferenciándose así del otro líder que tiene la selección argentina que optaba por repartir en cantidades iguales entre todos los integrantes del plantel.
Scola se interesa y mucho en el futuro del básquet nacional. Pero principalmente en los futuros jugadores. Es por ello que este año organizó el Programa Transición al Profesionalismo (TAP) para juveniles en donde intentó trasmitir lo aprendido en el “Rookie Camp” (curso obligatorio para novatos) de la NBA. Y no lo hizo para las cámaras, que el mensaje les llegue a todos los participantes es algo que realmente le interesaba. Cada vez que un juvenil realizaba una pregunta el propio Luis le entregaba una tarjeta. Y al finalizar el TAP los dos participantes con más tarjetas recibieron un MP4.
Seguramente la Generación Dorada será recordada como uno de los mejores, sino el mejor, equipo de la historia del deporte argentino. Y Manu Ginóbili, seguramente será el mejor jugador. Pero cuando se pregunte quien era el capitán de ese equipo, nadie va a dudar en decir: “Luifa Scola”.
Scola antes de jugar para los Rockets demuestra un poco de su habilidad como bailarin.
- Títulos:Argentina:
Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Medalla de oro en los Juegos olímpicos de Atenas en el año 2004.
Medalla de plata en el Campeonato del Mundo de 2002 celebrado en Indianápolis.
Medalla de oro en el Torneo de las Américas de Neuquén en 2001.
Clubes:
3 Copas del rey españolas, con el Tau Cerámica en los años 2001-2002 2003-2004 y 2005-2006.
Campeonato de la liga ACB española, con el Tau Cerámica en el año 2001-2002.MVP de la Liga ACB (2007)Trayectoria:
Ferro Carril Oeste (95-98)
Gijón Baloncesto (98-00)
Tau Cerámica (00-07)
Houston Rockets (07- )
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