domingo, 7 de noviembre de 2010

Semi-Pro

Resulta curioso es que un mismo actor interprete en dos películas distintas a un atleta del mismo deporte. Se trata de Woody Harrelson, que se pone por segunda vez en la piel de un basquetbolista.

En 1992, con el estreno de White men can’t jump (traducida como Los blancos no la saben meter o Los blancos no saben saltar), se puso en la piel de Billy Hoyle, un jugador callejero estadounidense. Ahora, dieciséis años más tarde, Harrelson es Ed Monix, un jugador de los Flint Michigan Tropics de la American Basketball Association (ABA). Sin embargo, ambas peliculas y la actuación de Woody resultan incomparables. Si alguien espera ver algo de la excelente White men can´t jump se verá absolutamente decepcionado.

El título de la película es Semi-pro y el protagonista de la película es el comediante Will Ferrelll. Ferrell es Jackie Moon, dueño, promotor y uno de los jugadores de los Tropics. Además de basquetbolista, Moon tuvo un gran éxito discográfico con la canción “Love Me Sexy”, que interpreta en cada partido de su equipo. Los Flint Michigan Tropics son uno de los peores equipos de la ABA (una liga de segundo nivel), con escasos seguidores. Su único buen jugador es Clarence Coffee Black (André Benjamin).

La situación de los Tropics se complica cuando el comisionado de la liga (interpretado por David Koechner) anuncia una fusión entre la ABA y la NBA que sólo dejará a los cuatro mejores equipos en competencia. El equipo de Moon termina sumando a un nuevo jugador (el nombrado Monix), quien llega de un equipo ganador pero donde se la pasó sentado en la banca. Los Tropics buscarán por todos los caminos llegar a la NBA.

La sinopsis resulta interesante pero la pelicula no cumple para nada las espectativas. Resulta una comedia con pocas luces en donde se reduce a chistes básicos y el básquet pasa desapercibido.

FICHA:
Semi-pro
PAIS: Estados Unidos
DIRECCION: Kent Alterman
GUION: Scot Armstrong
ACTORES: Will Ferrell, Woody Harrelson, André Benjamin, Maura Tierney, DeRay Davis, Josh Braaten, Jackie Earle Haley, Jay Phillips, Peter Cornell.
GENERO: Comedia
ESTRENO: 29 de febrero de 2008 (Estados Unidos)


sábado, 6 de noviembre de 2010

Genocio Deportivo

Apenas la Revolución Libertadora toma el poder en el país forma una comisión que tenía como fin investigar todo lo relacionado al peronismo. La 1 tenía que ver con los sindicatos, la 2 con los Ministerios. Así hasta llegar al 49, que investigaba al deporte. “Con ese número te están diciendo que no les interesa el deporte. Si lo pones en el escalón 49, mucho interés por el deporte no tenes”, explica el sociólogo y entrenador de básquet Emilio Gutiérrez. Esta Comisión no tardó en ponerse a trabajar y citó a los campeones mundiales de 1950: “De mi consideración: Solicito de usted tenga a bien concurrir a la sede de esta Comisión Investigativa sita en la calle Carlos Pellegrini Nº 1362 de esta Capital el día viernes 27 del corriente a las 17:00 horas a efectos de prestar declaración. Sin otro particular, lo saludo atentamente, Julio M. Tramonti Burgos (vocal)”.

Paradójicamente, los interrogatorios en donde Monza reconoce que la pasó “muy mal”, se realizaron en el lugar que Perón le había dado al básquet nacional, en plena euforia post Mundial y por pedido del entrenador Canavesi, para discutir sus cosas. “Nos preguntaron porque habíamos desfilado con corbata negra en Helsinki 1952 y les dijimos que toda la delegación desfiló así y que se debía a la muerte de la esposa del presidente. Era lógico. Después nos preguntaron que habíamos traído de Europa. Cosas estúpidas”, recuerda el capitán del equipo Ricardo González.

El tiempo pasaba y las investigaciones en todos los ámbitos continuaban y lentamente se daban cuenta que iban a caer muchos mas de los que ellos pensaban. No iban a caer solo peronistas, sino también muchos que estaban ahora con la Libertadora. Por lo tanto, no iban a perseguir a amigos. Entonces se decidió poner punto final a la Comisión. Pero los dirigentes de la Confederación Argentina de Básquet se encargaron que ninguno se salvara. “Perón había dejado de lado a todos los dirigentes de básquet. La organización del equipo del Mundial la dejó en manos del mejor jugador, Furlong, y el mejor entrenador, Canavesi. Encima a todos los jugadores le dio la orden de importan un coche, no solo a los del mundial sino también a los equipos que hicieron buenas giras por Europa, y también les daba a los médicos, kinesiólogos y utileros. ` ¿A quien no les daba?´: a los dirigentes”, relata Gutiérrez.

Y los suspendieron de por vida basándose en el, viejo y empolvado, Código del Aficionado, creado en una regata de 1860 en Londres, con el fin que los hombre que tenían plata y tiempo no compartan su práctica social con los pobres. Cabe destacar que la mayoría de los campeones mundiales respetaba este código, ya que con la posibilidad de ir a jugar a la Asociación de Buenos Aires (fundada por los clubes de fútbol que no respetaban el código) decidieron continuar jugando en sus clubes.

“La sanción salió de la Confederación, habrá sido con la recomendación del Gobierno de turno, pero el que tomó la bandera y nos sancionó a todos fue la Confederación. En donde había dirigentes que habían estado festejando con nosotros en el Mundial. Nos querían castigar y nos castigaron”, comenta González. Y Monza agrega: “Al básquet nunca le perdonaron que haya salido campeón del mundo”. Finalmente fueron 35 jugadores los sancionados. Perdonándolos diez años después, cuando ya era tarde para todos.

Destruir llevó tan solo unos segundos y volver a tener un equipo argentino de primer nivel mundial, 50 años. Sin embargo, todavía y difícilmente se logré en pocos años, no se ha podido recuperar la popularidad y atracción que tenía el básquet en aquellos años. “Se perdió la camada, por mucho tiempo no se compitió por nada. Se corto con todo. A todo el deporte argentino lo volvió a retrazar, sobre todo al básquet”, concluye González, quien a 60 años no se olvida de su capitanía y tiene pensado ir a buscar a Claudio Morresi –Secretario de Deportes de la Nación- a la puerta del Cenard y pedirle una ayuda para sus compañeros: “Yo tengo suerte que laburo, pero el Chino, Uder, El Negro Busto, Canavesi, no tienen nada".

miércoles, 3 de noviembre de 2010

A 60 años: lo que se dice un equipo

Uno de los aspectos más importantes para lograr que un equipo triunfe es consolidar la “unión del grupo”. Y los campeones del primer y único mundial en la historia del básquet nacional en 1950 han dado muestras de ello. Y lo continúan haciendo aún hoy reuniéndose, muchos de ellos, los días miércoles a comer. Y lo harán también hoy, a 60 años exactos del triunfo por 64-50 frente a Estados Unidos en la final.

La sede es el restaurante “El Negro” del Club Palermo, en donde el base del equipo campeón Ricardo González es presidente honorífico e ídolo. El Negro pasa gran parte del día en el club, lugar que considera su “segunda casa” y donde es reconocido por todos. Pese a no tener actualmente un cargo formal en el club, se lo puede ver constantemente dando indicaciones a los empleados. “Esas flores hay que ponerlas urgente en los canteros. No importa si el domingo vienen los pibes y las rompen”, ordena el integrante del salón de la fama FIBA.

Otro participante habitual a las cenas, es Omar Monza. El elero cada vez se le complica más la movilidad debido a que posee dos prótesis en las rodillas, producto de jugar en piso de cemento y con zapatillas de lona, sin embargo, no le imposibilitan llegar al restaurante del primer piso, ya que el club cuenta con un ascensor de carga. Pocos en Palermo saben que Monza fue uno de sus principales verdugos en aquellas míticas finales de los años 50`, cuando vestía la camiseta de Parque. “De esta cancha tengo un feo recuerdo. En un partido frente a Palermo me empujaron y caí contra la gente. Golpeé con algo y mira como me quedó el dedo”, cuenta Monza, mientras muestra el meñique izquierdo doblado.

El último integrante es Ignacio Poletti, quien fue el encargado de pasar a buscar a Monza por su casa. Es el más joven de los tres y es unos de los pocos del interior que formaron el equipo. “En el Mundial era muy joven, por eso me toco jugar poco. Yo venía del interior y lo que viví en la final fue único, sorprendente. No me lo olvido más”. Es el más callado de los tres y prefiere escuchar a sus compañeros, pero al ser consultarlo por material fotográfico del Mundial dispara: “Por eso preguntale al Negro o a Monza. Yo en esa época estaba solo en Capital y me dedique a la joda”.


Comenzada la cena, las anécdotas vuelven a aparecer. “En la final, nosotros queríamos jugar con la pelota de la época y los yanquis con una similar a la actual. Así que se resolvió jugar un tiempo con cada uno. Igual les ganamos los dos”, recuerda con una sonrisa González, a quien es común ver mostrando, con una memoria envidiable, las fotos y trofeos que adornan el restaurante y la oficina del club.

“El encuentro con Perón después del Mundial fue tremendo. Muy pocos éramos peronistas, pero al salir de ahí por el carisma del tipo salimos todos peronistas”, explica Monza, quien en esa época se encontraba cumpliendo servicio en Aeronáutica y Perón le otorgó la baja en reconocimiento. Y González agrega: “Lo más importante fue lo que nos dijo Perón: `A mi no me preocupan las ideas políticas que tengan. Lo que ustedes acaban de hacer por la Argentina es mejor que el trabajo de cien embajadores”. Por su parte, Poletti prefiere destacar la buena conformación que hizo el entrenador Canavesi: “El mix que se formo entre el talento de los jugadores de capital y la fuerza y rudeza de los del interior fue la clave para ganar”.

Un tema que no tienen problemas en contestar si se lo preguntan, pero prefieren evitar en sus habituales charlas, es la absurda suspensión de por vida que sufrieron en 1956 por considerarlos profesionales. Sin embargo, es un tema que no hay que olvidar y el próximo posteo se dedicará al “genocidio deportivo” que sufrieron estos jugadores y que afectó notablemente a todo el básquet nacional.
Partido final: Argentina 64-Estados Unidos 50Fecha: 3 de noviembre de 1950.
Argentina (64): Viau 2, González 7, Uder 1, Furlong 20 y Contarbio 8 (fi) Bustos 1, Del Vecchio 14, Pérez Varela 4, Menini 7, Monza 0 y López 0. Entrenador: J. Canavesi.
EE.UU. (50): Slocum 8, Langdom 6, Stanich 11, Reese 3, Kahler 5, Metzger 3, Parks 2, Jaquet 2, Fisher 0, Haffley 6 y Williams 4. Entrenador: Gordon Carpenter.
Primer tiempo: Argentina 34-24. Estadio: Luna Park.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Buen arranque de los argentinos en la NBA

En solo una semana del inicio de la temporada 2010/11 de la NBA se pudo observar que los cinco argentinos presentes van a tener un año de muchos minutos y responsabilidades. Hecho que quedó demostrado en el segundo día de competencia (miércoles 27/10), cuando a Ginóbili, Scola, Delfino, Oberto y Nocioni les tocó jugar en la misma jornada y juntos lograron 90 puntos y 32 rebotes en 140 minutos. Quedando muy cerca de lo conseguido el 7 de diciembre de 2007, cuando, junto a Walter Herrmann, sumaron 96 tantos y 28 rebotes, en 157 minutos.

"No es una casualidad que logremos tanto protagonismo. Está claro que tenemos un lugar bien ganado. Algunos con mayor trascendencia, otros cumpliendo roles específicos, pero se nota la presencia. Ninguno tiene el puesto regalado, todos llegamos por nuestros méritos y hay que resaltar que Manu y Luis (por Ginóbili y Scola) están una cabeza arriba nuestro", afirmó al respecto el Chapu Nocioni.

El más afianzado, sin duda, es Manu Ginóbili, quien se preparó para su séptima temporada con la ilusión de regresar a los Spurs a los primeros planos. Y arrancó con una buena actuación en la victoria por 122-109 ante Indiana: 22 puntos (5 de 9 en triples), a solo un tanto de Tim Duncan, goleador del partido. En el segundo partido, Manu si fue goleador de los Spurs (marcó 23) pero no pudo evitar la derrota por 99-90 ante los New Orleans Hornets (llevan 3 juegos invictos, con un Chris Paul intratable). Entre los dos encuentros, Manu promedia 32 minutos de juego, demostrando que las lesiones son cosas del pasado y su protagonismo en el equipo es indiscutible.

Luis Scola continúa con los números estadísticos del Mundial de Turquía, lo que marca un inicio impresionante en lo personal. Acumula 27.3 puntos de promedio (18, 36, 28 ante Lakers, Golden State y Denver, respectivamente), 14 rebotes, lo que lo convierten en el mejor de los Houston Rockets en ambos rubros. Sin embargo, en los resultados – lo que más le importa a Luifa- su equipo comenzó con el pie izquierdo y acumula 3 derrotas.

Por su parte, Carlo Delfino continua reafirmando todo lo bueno echo en el campeonato pasado y su entrenador, Scott Skiles, le devuelve la confianza dándole muchos minutos de juego: en tres partidos promedia 36.7, solo por debajo de Brandon Jennings (38.7). Milwaukee comenzó con dos derrotas frente a New Orleans (85-96) y Minnesota (85-96). Pero la actuación del Lancha con 23 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias fue crucial para que los Bucks consigan su primera victoria ante los Charlotte Bobcats por 98-88.


Philadelphia 76ers continua sin triunfos en 3 partidos (Miami, Atlanta e Indiana). Andrés Nocioni ha jugado muchos minutos (27), pero lo más importante es que recibió la confianza del DT para jugar la última bola ante los Hanks. Con el marcador 104-101, Chapu intentó un triple que fue tapado por Josh Smith, figura del encuentro. “Con mi tarea estoy contento, no desentoné, me falta conocerme más con los compañeros y terminar de tomar ritmo después de lo del tobillo. Estoy en un 80%", señalo Nocioni.

Por último, Fabricio Oberto y los sorprendentes Portland Blazers. La franquicia es líder en el oeste con 3 triunfos y ninguna derrota, con un Brandon Roy es un extraordinario nivel. El oriundo de las Varillas debutó, a solo 24 horas de haber arribado al equipo, frente a Phoenix Suns 98-88. Aunque continua sin mirar mucho al aro rival, lo mas destacado en Oberto es que ha visto aumentar sus minutos en cancha en forma progresiva (3 minutos en el debut, 11 frente a los Clippers y 17 ante los Knicks), algo verdaderamente positivo teniendo en cuenta que mientras esperaba en Córdoba por algún ofrecimiento solo entrenaba en el gimnasio y muy poco dentro de una cancha.

martes, 26 de octubre de 2010

EDDIE

Eddie (Whoopi Goldberg) trabaja como conductora de una limusine, aunque su verdadera pasión es el baloncesto y su equipo, Nueva York Knicks. Sorpresivamente, y gracias a convertir un tiro libre en un concurso celebrado en el entretiempo de un partido de temporada regular, es elegida entrenadora honorífica. Eddie desde su cargo testimonial muestra toda la energía que no tenía el entrenador principal, John Bailey (Dennis Farina). Tal es era la electricidad de Eddie en cada juego que en un juego recibe una falta técnica por discutir con el arbitro. Ese echo, sumado al pésimo andar de los Nnicks hacen que el nuevo propietario de la franquicia Wild Bill" Burgess ( Frank Langella) coloque a Eddi como entrenadora principal. Pero lo que no sabían los dirigentes del equipo es que Eddie es era una auténtica experta como motivadora y acabará dando un lección a todos.

La película es claramente una comedia y no presenta grandes escenas y contenido de básquet como las anteriores presentadas en esta sección. Siendo lo mas destacado la gran cantidad de cameos de jugadores. Como ser: Vlade Divac, Dennis Rodman (actúan de si mismos); Gary Payton y John Starks.

FICHA:

Director: Steve Rash

Productores: Mark Burg/David Permut

Protagonistas: Whoopi Goldberg, Frank Langella, Dennis Farina

Año: 1996

Duración: 100 minutos

Origen: USA


lunes, 25 de octubre de 2010

El Gran Hermano de la NBA

No hay liga deportiva más orwelliana que la NBA. La liga es única y vigila todo el tiempo las actividades de los que la integran, como lo hace el Gran Hermano en la novela 1984 de George Orwell. Pero en el libro la figura de guardián de la ciudad de Londres en el estado de Oceanía no tiene una cara visible. En la NBA dicha figura le pertenece al comisionado David Stern, quien ocupa el cargo desde, ¿casualmente?, 1984.

Una de los últimos actos que mostraron el extremo control que ejerce la liga sobre sus jugadores fue el de Rudy Fernández. El escolta español fue multado en dos oportunidades por hacer declaraciones en contra de la Liga. Primero porque su agente en los Estados Unidos había dicho que su representado quería salir de la franquicia Portland Trail Blazers, para pasar a otra. Y al comenzar la última pretemporada su agente en Europa declaró que Rudy quería volver a jugar en España y no continuar en la NBA. Por dichas simples razones Fernández fue multado por 25 mil y 50 mil dólares, respectivamente.

Pero la omnipresencia de la NBA tuvo su punto máximo en el Mundial FIBA de Turquía. Muchos jugadores contentos con su situación dentro del sistema, como Pau Gasol o Tony Parker, recibieron sin queja alguna el mandato de no representar a sus países. Pero uno que decidió pasar por alto las “sugerencias” de su franquicia fue Chapu Nocioni, quien parecía decidido a revelarse y realizar una rápida rehabilitación luego de sufrir un esguince en el tobillo izquierdo 27 días antes del inicio del Mundial. Pero tan solo 48 antes del debut argentino, su equipo Philadelphia 76ers apeló a una nueva cláusula de la NBA que les permite prohibirles a sus jugadores participar de una competencia FIBA en caso de encontrarse lesionados. Torturándolo psicológicamente, así como la policía del pensamiento lo hizo con Winston Smith en el Ministerio del Amor. Nocioni venía de un temporada con pocos minutos en la NBA y el Mundial era el objetivo por el cual tanto se había preparado y soñado. “Tengo que comunicarles que, lamentablemente y con todo el dolor del alma, no voy a jugar el Mundial. Me rompieron la ilusión de jugar un Mundial. Por un lado me cortaron las piernas”, declaraba entre lágrimas el Chapu, quien al igual que Winston terminó aceptando lo que dice el Gran Hermano: “Yo los respeto, no estoy en contra de ellos, no tengo motivos para estar enojado con ellos”.

Al igual que el Gran Hermano, la NBA tampoco tolera las características individuales de sus jugadores. Echo que se refleja claramente con la prohibición que tienen de vestir a su antojo. En 2005, David Stern obligó a los jugadores a vestir formalmente durante un acto oficial, llegando al estadio o tras el partido o en los viajes. Prohibiendo así el uso camisetas sin mangas, pantalones cortos, ropa deportiva, gorros, pañuelos, gafas de sol en un interior y nada de cadenas, medallones o pendientes ostentosos por fuera de la ropa. Al principio la medida había recibido muchas críticas por parte de los jugadores, como por ejemplo Allen Iverson: "Me visto para estar cómodo y esto no me gusta. Estoy en contra y pelearé contra ello". Pero bajo la amenaza de duras multas debieron cambiar de opinión rapidamente.

Una de los últimos intentos de rebelión al sistema lo lleva adelante el sindicato de jugadores, quien se opone a la reducción salarial del 30% propuesta por la NBA una vez que espire el actual convenio colectivo el próximo 30 de junio de 2011. El sindicato parece haber tomado el papel del grupo de la Hermandad y ha amenzado con realizar una huelga y atrasar el inicio de la temporada 2011/12, pero todo parece indicar que el Gran Hermano volverá a mostrar todo su poder y así lograr que los “proles” vuelvan a estar entretenidos con su situación y vuelvan a obedecer ordenes, aunque estas vallan en contra de sus propios intereses.


domingo, 24 de octubre de 2010

Un solo objetivo

El martes 26 comienza una nueva temporada de NBA y Miami Heat parte como principal candidato a ganar el anillo. En el receso más importante en cuanto a los agentes libres, Miami se ha quedado con todo. Le renovó a su figura Dwyne Wade y fichó a Chris Bosh y Lebron James, quien se encargó de montar un verdadero show televisivo para anunciar en vivo su mudanza hacia Miami Beach.

Hasta el momento, se pudo ver en acción a los tres juntos solo cuatro minutos en el primer partido de pretemporada ante Detroit. Wade sufrió un tirón muscular en la pierna derecha que lo alejó del resto de los partidos de preparación. Sin embargo, las presencias de Lebron y Brosh bastaron para que los Heat mostraran un buen rendimiento. Pero una lesión en el muslo derecho del “Rey” –sin corona- demostró las falencias de recambio que tiene la franquicia. Inclusive se sumó el escolta Mike Miller, que se lastimó el dedo pulgar derecho durante un entrenamiento y será baja hasta el mes de enero. Es por eso que la dirigencia de Miami ha fichado al veterano Jerry Stackhouse.


Pero se espera que para el debut del martes frente a Boston Celtics, los tres all-stars estén presentes y comiencen el tan ansiado camino al título. Logro que Miami no consigue desde 2006, con Wade y Saquille O`Neal como principales figuras.

Esta temporada todas las miradas van a estar puestas sobre ellos. Y tendrán todas las posibilidades de quedar en la historia grande de la franquicia y de la NBA. Así como serán sumamente criticados si no cumplen con el único objetivo planteado.